La casa del ÁRBOL

La Casa del Árbol representa un hito en la producción arquitectónica de Guilherme Torres. Los residuos resultantes de esta casa de 1.165 m2 fueron tan mínimos que se retiraron en un único contenedor. Para ello, se utilizaron técnicas constructivas y materiales no tan populares en la construcción civil brasileña, especialmente en la arquitectura residencial

- GUILHERME TORRES

La casa brinda la experiencia de vivir entre las copas de los árboles. Tres de las cuatro caras del terreno dan al bosque. Ese fue el escenario que enfrentó Torres cuando visitó por primera vez el lugar, un proyecto residencial que representa el punto de inflexión en su carrera, donde se aplicó la tecnología en términos de sostenibilidad.

El paisajismo apreciación dialoga con la de la topografía creada

Las cualidades singulares del sitio fueron esenciales para su proceso creativo. "Tuve la idea de crear una casa suspendida.

El paisajismo fue diseñado por el arquitecto Alex Hanazaki y dialoga con la apreciación de la topografía pensada por Guilherme Torres. Había una gran área de jardin debajo de la construcción, pero, como al estar sombreada por la propia casa, dificultaba el mantenimiento de las plantas.

Se preservó circundante la naturaleza existente equilibrando su aspecto orgánico

Fue una intuición decisiva, y mi trabajo consistía en plasmarla en el papel", informa Guilherme. La referencia para este primer dibujo era clara: la Casa de Cristal, un clásico de Lina Bo Bardi.