Queridísimo verdugo

Un refugiado de guerra sirio busca por el corazón de Europa a su torturador en La red fantasma, la intriga de espionaje mejor dirigida del año

- Daniel de Partearroyo

La labor del espía se fundamenta en dos pilares innegociables: la interpretación de un personaje y la construcción de un relato. Normal que resulte una fuente tan fructífera para la ficción. Tras centenares de películas (y miles de novelas) de espionaje, poco queda en el terreno de la imaginación para sorprender con tecnologías de escucha más avanzadas, misiones más arriesgadas o conspiraciones más turbias, pero el género ha encontrado la forma de mantenerse alerta abandonando los elementos más artificiales. Si el thriller de espías más sofocante de los últimos 15 años, Goodbye (2011) de Mohammad Rasoulof, solo necesitaba mostrar las maniobras de una mujer iraní para salir del país, en