MARCELLO MIO QUERIDISIMO PAPA

A CABALLO ENTRE LA FICCIÓN Y LA REALIDAD, CHRISTOPHE HONORÉ ESCRIBE UNA COMEDIA EN LA QUE CHIARA MASTROIANNI SE CONVIERTE EN SU PADRE PARA LIDIAR CON SU IDENTIDAD PERSONAL Y PROFESIONAL

-  Irene Crespo

Chiara Mastroianni lleva toda la vida respondiendo preguntas sobre sus icónicos padres, Marcello Mastroianni y Catherine Deneuve, estrellas absolutas del cine entre los 50 y los 70, que en su breve relación de cuatro años enloquecieron al mundo. “Chiara y yo hemos hecho seis películas juntos y en todas las entrevistas la segunda pregunta para ella, si no es la primera, es sobre sus progenitores”, explica el director Christophe Honoré, en un hotel de Cannes, sentado al lado de su protagonista y amiga, actriz, cantante y estrella por derecho propio con una carrera de 30 años a sus espaldas. “Siempre sentí que había cierta crueldad en la forma en la que la reducían a sus padres. Entiendo que Marcello y Catherine son más que actores, son mitos, pero…”.

Sobre esa reflexión empezó a pensar en Marcello Mio, la película que ahora estrenan y que se proyectó en competición oficial en el pasado Festival de Cannes. En cuanto se le ocurrió, se lo contó a Chiara para pedirle permiso. Ella se rio. Pero segundos después se dio cuenta de que, confiando en su amigo realizador, podría ser una experiencia interesante. “Si quieres hacer una comedia de mi vida, estaría encantada”, le dijo la actriz.

Y con ese género se quedó. Honoré nunca quiso que la historia añadiera más peso a la carga injusta que ella lleva cargando toda su vida.