SAFETY CAR DEPLOYED

Los pilotos a quienes los hombres más rápidos del mundo confían su seguridad nos reciben junto a sus monturas en un Silverstone que amenaza lluvia. ¿Listo para una experiencia realmente inmersiva?

- TEXTO: JOSE CARLOS LUQUE

Bernd Mayländer es uno de los nombres que más veces he pronunciado desde que soy periodista de motor y probador de coches. Lo he hecho prácticamente cada vez que alguien me ha preguntado sobre la experiencia más fuerte que he vivido en un automóvil y definitivamente, voy a mencionarle mucho más a partir de ahora. Bernd es algo así como el otro Fernando Alonso de la Fórmula 1, un verdadero veterano de guerra con 54 años y 25 de experiencia en uno de los oficios más complicados de la especialidad: piloto del Safety Car.

EL Aston Martin Vantage es un estricto biplaza que esconde un V8 de 4.0 litros bajo su capó que entrega 665 caballos a las ruedas traseras. Gracias a su rápido cambio de doble embrague puede pasar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar los 325 km/h de velocidad punta. Disfrutar de este coche en pista con el equipo de frenos y escape específicos del SC F1-y con sus múltiples sirenas-, no tiene precio.

Es el único capaz de contener a los hombres más rápidos del mundo sobre cuatro ruedas y de hacerlo además con un coche inferior y en unas condiciones infernales. Nada menos que el conductor a quien confían su seguridad quienes más se la juegan. No obstante, cuando le conocí, en el verano de 2009, el alemán se encontraba en nuestro país y por un motivo bien distinto: el DTM o Campeonato de Turismos alemán.

Leyenda al volante

Amable, educado y paciente, Mayländer me enseñó a montarme en un coche de carreras, a llevar bien sujeto un casco de los que no tienen anclaje automático o a fijarme un arnés de seguridad con seis puntos. El avezado piloto germano hizo todo lo posible porque nuestras