La fórmula de la felicidad

Ser feliz es la meta de muchas personas, pero lograrlo depende de distintas variables. El ambiente laboral en el cual nos desempeñamos, la calidad de nuestras relaciones humanas y nuestros genes son sólo algunas de ellas.

- María Fernanda Morales Colín

Sus tonos grisáceos lo hacen pasar desapercibido entre los demás edificios de la calle, pero en su interior atesora algo que muy pocas empresas han logrado: empleados felices y productivos.

Dicho inmueble pertenece a la panadería Greyston Bakery, ubicada en el suburbio de Yonkers, en Nueva York (EUA). Esta no sólo ha sobresalido por el delicioso sabor de sus productos, también por su lema: “No contratamos personas para hacer brownies, hacemos brownies para contratar personas”.

El presidente y CEO de la compañía, Mike Brady, es uno de los líderes que comenzaron a cambiar el patrón tradicional en el mundo de los negocios. Ganar dinero no es su prioridad, sino el bienestar de sus empleados. Y como consecuencia, eso se refleja en una mayor productividad, que a su vez genera ganancias.

Al elegir a su personal, Greyston Bakery aplica la idea de “open hiring”, es decir, contratación inmediata. Este modelo de negocio busca crear comunidades prósperas en las que sus habitantes obtienen un trabajo sin que el empleador haga preguntas ni emita juicios. La persona que quiere prestar sus servicios sólo tiene que anotarse en la lista de espera y, una vez dentro, se le enseña lo que tiene que hacer. Una forma poco común de contratar empleados hoy en día.

Otra firma que busca el bienestar de sus empleados es la aerolínea Southwest Airlines, que ofrece vuelos nacionales en Estados Unidos. Incluso el cofundador, el empresario Herb Kelleher (quien falleció a principios de 2019), fue nombrado por la revista de negocios