Sentirse querido

No, no hay que dejar llorar al bebé, ni es malo cogerle mucho en brazos. Eso son ideas del pasado que pueden afectar a su desarrollo. A nuestro pequeño hay que mimarle, quererle y que se sienta protegido.

- Ainara Ortiz

Numerosos estudios defienden anteponer su bienestar por encima de todo

Nuestro bebé nos necesita. Y, sobre todo, necesita sentirse querido y protegido en sus primeros años de vida. Pensemos en el cambio que supone para él pasar del útero materno al ambiente hostil que para el recién nacido será el exterior. Por ello, hay que ofrecerle todo el consuelo y el afecto necesario. Así lo defienden numerosos estudios que anteponen el bienestar del recién nacido y lactante por encima de "todo".

La importancia del apego

Como nos explica la doctora Pilar Bas, especialista en Pediatría y Neonatología de Vithas Las Palmas, "la teoría del apego, defendida por el psiquiatra John Bowlby, ofrece información clara al respecto. Según dicha teoría, los recién nacidos y lactantes que carecían de un vínculo afectivo de, al menos, un cuidador presentaban alteraciones en su desarrollo social y emocional a largo plazo, incluyendo psicopatía sin afecto". El niño busca el contacto o proximidad con su cuidador a través del llanto o la sonrisa y este, a su vez, responderá a dicho comportamiento creando un patrón recíproco de interacción. "La privación materna durante el periodo crítico de los dos años tiene consecuencias irreversibles a largo plazo. Por ello, tenemos que 'mimar' a nuestros bebés", advierte la experta.

Nunca será demasiado

Carlos González

Pediatra, referente en la crianza con apego.