Irina

A sus 26 años encarna la belleza y la inteligencia con la soltura de quien cumple sus sueños sin miedos. Nada detiene a esta rubia amante de la actuación, consciente de las consecuencias del triunfo y convencida de que vivir significa aprender para crecer. Checa cómo lo ha logrado y conviértela en tu inspiración. #TheGirlWhoCameInFromTheCold

- Por Josá Antonio Biasco C.

¿Cómo te sientes con lo logrado a tan corta edad, en un país con una cultura muy diferente a la tuya? Afortunada y bendecida. Hay mucho camino por delante y un montón de cosas por lograr todavía, siempre muy consciente de dónde vengo para no olvidar el camino que he recorrido. Preferimos pensar en lo que no tenemos o en aquello que aún nos falta por conseguir, y pasamos por alto los logros que sí tenemos gracias al trabajo y al esfuerzo.

¿Ha sido difícil superar los problemas personales alejada de tu familia?

Es duro. Soy muy apegada a mi familia, especialmente a mis padres y a mi hermana, y aunque me considero una persona fuerte, hay momentos que los extraño y necesito un apapacho o sus palabras de aliento. A veces, si me siento mal físicamente, ni siquiera se los digo para no preocuparlos. En general, debo resolver mis cosas yo sola o con la ayuda de mis afectos de acá, mi familia mexicana.

Ante las críticas y dificultades, ¿cuál es la lección aprendida más importante?

Siempre hay que sacar lo positivo de lo negativo, aunque no sea fácil lograrlo en la práctica. Los comentarios negativos que he recibido me hicieron particularmente sensible al cyberbullying, un tema al cual todavía no se le presta la atención necesaria aunque sabemos que existe y el daño que hace. Creemos que es mejor ignorarlo, como si no hubiera mucho por hacer, pero resulta que sí importa, y mientras más crecen las redes sociales, es mayor como problema. Cuando compartí los videos de