JIVANA HEYMAN TIENE UNA IDEA REVOLUCIONARIA: Hacer un Yoga accesible a todo el mundo

Para el cofundador del Yoga accesible, «cualquiera puede hacer Yoga» no es un reclamo para los medios, sino una misión vitalicia.

- DAKOTA KIM

Alas 7:30 de la mañana, bajo el suave sol de Santa Barbara, Jivana Heyman baja por los peldaños de madera a su jardín de atrás. Admira el lecho de hierbas donde florecen la lavanda, el orégano y el tomillo. Se rasca su barba cobriza, se ajusta las gafas, y se dispone a hacer tres cosas que le encantan: regar, quitar hierbajos y deambular. Son muchos los seres vivos en su oasis que reclaman su atención. Los limoneros y los naranjos, las berenjenas y los pimientos, una higuera que no se ve preparado para podar. Mientras cuida sus plantas, se toma un tiempo para pensar. Este espacio para la reflexión forma parte de lo que a Heyman, cofundador de la organización sin ánimo de lucro Accessible Yoga Association y autor de Accessible Yoga, le encanta de la jardinería. Heyman se sienta en la mesa de su porche trasero. Abre una serie de fotos en el móvil y se troncha con una de ellas, tomada durante una marcha del Orgullo Gay de Nueva York en 1990. Se ve a Heyman, con veintipocos años, todo de blanco y con gafas de sol, detrás de una pancarta. Levanta las manos con entusiasmo.

En cierto sentido, aquel encendido activista de la foto dista mucho del profesor de Yoga tranquilo y padre de dos hijos que ahora es. Pero Heyman sigue siendo un luchador por el cambio, y el fuego que enardecía a aquel joven manifestante no ha cesado de arder. El enfoque de la llama es lo que ha cambiado. Ahora está comprometido con hacer accesible el Yoga a todo el mundo.

Heyman se manifiesta en San Francisco (arriba), e imparte una clase en una conferencia de Yoga accesible (en el medio y abajo).

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