MACROBIÓTICA, VEGANISMO Y CONSCIENCIA EN LA ALIMENTACIÓN

A la forma de alimentarse de la gran mayoría de las personas, se le suele denominar «alimentación normal y corriente», pero lo que realmente expresa esta afirmación es la idea de una alimentación no consciente y mecánica, basada en especulaciones creadas por el lobby de la industria alimentaria y la mercadotecnia de la nutrición, sustentada por supuestos estudios científicos (casi siempre pagados por laboratorios químicos e intereses económicos descomunales).

- PATRICIA RESTREPO, DIRECTORA DEL INSTITUTO MACROBIÓTICO DE ESPAÑA.

Podríamos dividir la historia de la alimentación moderna en tres fases, una antes de la revolución industrial, otra después de la esta y la tercera la búsqueda de las raíces.

La primera fase, antes de la revolución industrial, se utilizba el sentido común y los recursos locales que proporcionaba la tierra en cada momento. La cocina entonces era el centro del hogar, el lugar privilegiado donde se gestaban el día a día, la comunidad, la fiesta, la familia, la reunión, pero también la salud y la vitalidad.

En la segunda fase, con los cambios que comportó la revolución industrial, la cocina como núcleo central de la familia y de la sociedad pasa a un segundo plano, el sentido común se desconecta de la intuición y la obser-vación para dar paso al dios mecánico de la ciencia y la razón. Los pesticidas se erigen como el todopoderoso de la agricultura, y aparecen como artistas principales el plástico, el aluminio, toda clase de químicos, los conservantes, los saborizantes, los estabilizadores de sabores. El fuego es sustituido por resistencias eléctricas, se vitrifica la electricidad y hasta se cocina por fricción, Su opuesto, el congelador, ocupa un lugar privilegiado emparentado con el microondas. La urgencia y la rapidez, marcan la tendencia de una alimentación progresivamente más plástica y desvitalizada.