Mente Sana

En un mundo que parece ir cada vez más rápido y que exige cada vez más, la ansiedad se ha convertido en un mal al que vale la pena prevenir —o tratar— con alguna técnica o procedimiento que devuelva la calma y la serenidad.

- Por Bianca Pescador. Fotografía David Franco

Hay distintos tipos y niveles de ansiedad: desde el que priva del sueño hasta el que inhabilita social y físicamente a la persona. Si bien el factor hereditario es fundamental, también lo son la química del cerebro, la personalidad, el ambiente en el que se desarrolla el individuo y sus experiencias de vida. De acuerdo con el estudio «Global Prevalence of Anxiety Disorders», realizado por la Universidad de Queensland, una de cada tres personas sufre de ansiedad, lo que la convierte en la enfermedad mental más común a nivel mundial. Dicha investigación, dirigida por la doctora Amanda J. Baxter, encontró que la ansiedad es dos veces más común entre las mujeres que entre los hombres, y que afecta más a las sociedades occidentales que a las orientales, donde la depresión es más frecuente. Cabe aclarar que no siempre se habla de una ansiedad mala o nociva. Hay un grado en el que puede funcionar a favor del individuo, animándolo a hacer cosas que de otra forma evitaría.