“Al Ritmo del Corazón” Cómo un humilde niño de Cuba se convirtió en un famoso bailarín en Europa

Para llevar al cine la vida de Carlos Acosta, un niño que creció en un barrio pobre de Cuba y que se convirtió en primer bailarín del Royal Ballet de Londres, se requería reunir varios elementos; entre ellos, el elenco correcto, locaciones en La Habana, Cuba, y por supuesto, baile.

- Mariana Mijares

Al ser el ballet el centro de Al Ritmo del Corazón, la directora Icíar Bollaín estaba consciente de que uno de los mayores retos sería filmar estas secuencias; así que luego de consultar como referencias películas de Carlos Saura; Pina, de Wim Wenders y All that jazz, del coreógrafo y director Bob Fosse, trabajó muy de cerca con la coreógrafa María Rovira.

“Vi el trabajo de María, una coreógrafa catalana que había trabajado con Carlos y que tiene mucha experiencia, el trabajo fue con ella. Las coreografías tenían que transmitir las escenas de la película, ella encontraba los movimientos y yo le decía lo que había que comunicar, fue un trabajo precioso”, relató la directora en entrevista telefónica.

Bollaín también se apoyó en el fotógrafo Alex Catalán, y en el músico Alberto Iglesias (colaborador cercano de Almodóvar) para que estas escenas contaran la historia de Carlos.

“Las coreografías se las enseñaba luego a Alberto, el músico, él creaba las partituras y luego se adaptaba el baile a la música”, añade Bollaín.

Para filmar los bailes, el equipo requirió de tener varias cámaras y varios planos.