La Batalla Absurda

Salvador Calvo se distancia del flm homónimo que dirigió Antonio Román en los albores del Franquismo para poner en tela de juicio la supuesta gesta de aquellos soldados que defendieron su posición durante meses sin saber que la guerra con Filipinas ya había acabado. 

- Gerard Alonso i Cassadó

Imaginen un contexto en el que no hay televisión, ni Internet, y en el que las noticias se transmiten por correo. Imaginen a 50 soldados con una misión que deben defender, con su propia vida si fuese necesario. Imaginen que la guerra que ha originado esa misión ha terminado, pero que nadie se ha preocupado de informar a esos hombres, y que estos se mantienen durante meses en su posición con frmeza y pundonor, defendiendo el honor de una patria que les ha abandonado. Eso es exactamente lo que ocurrió entre junio de 1898 y junio de 1899 en Baler (Filipinas) con los 50 soldados que, refugiados en la iglesia del pueblo, defendieron el Imperio Espa–ol incluso cuando este ya no existía. No es eso, sin embargo, lo que nos había dicho el cine. En 1945, el director Antonio Román contó lo que en esa época le dejaron, afrma el debutante Salvador Calvo sobre Los últimos de Filipinas, una película de propaganda franquista: Lo cierto es que cuando me propusieron el tema me dio mucha pereza, pero después me sumergí en la historia y me generó mucho interés.

NADA QUE VER CON LA ORIGINAL