Mente sana en cuerpo Cyborg

- Miguel González / Enviado a Nueva Zelanda

Estamos en medio de la plaza circular de Newport City. La que antes fue una parada de tranvía, está ahora en ruinas. Es una zona de batalla. El pasaje peatonal elevado, suspendido sobre una serie de arcos, ha caído sobre una mujer. Un tanque de unos tres metros de altura, parecido a una araña, retrocede y apunta con su cañón central a un hombre herido, en el piso, recargado en un gran árbol carbonizado.

Una vez terminada, la escena será parte de la secuencia climática de Ghost in the Shell: Vigilante del futuro, pero hoy, día 69 de filmación, la araña es una burda estructura de cartón, utilizada como referencia. La plaza es una recreación de un lugar real en Hong Kong, rodeada de una pantalla verde. Y no, tampoco estamos realmente en Newport City, sino en los estudios Stone Street de Wellington, Nueva Zelanda. Dentro de semana y media, el equipo se trasladará a Hong Kong para filmar exteriores y terminar el rodaje.

El director Rupert Sanders (Blancanieves y el cazador) encabeza esta producción basada en la franquicia japonesa de culto Kōkaku Kidōtai, conocida en occidente como Ghost in the Shell. En este mundo, el “fantasma” (ghost) es un cerebro/alma humana colocada en un cuerpo cibernético o “concha” (