Hugh Jackman, El Showman as Grande De Todos

- Jessica Oliva

Una sirena con cuerpo mitad mono y mitad pescado, un par de humanos siameses, una persona de sólo 25 pulgadas de altura y una mujer negra de 161 años de edad, que afirmaba haber sido la niñera de George Washington…   Sin importar si se trataba de fenómenos de la naturaleza genuinos o falsos –como algunos se probó finalmente que eran–, las atracciones y curiosidades del visionario del entretenimiento Phineas Taylor Barnum cautivaron a millones alrededor del mundo durante el siglo XIX: público en general, escépticos, príncipes, reinas. La habilidad de P.T. Barnum –como es conocido en la historia de EE.UU.– para transformar lo ordinario en extraordinario parecía no tener límite. Prácticamente inventó el llamado show business moderno y los stunts publicitarios, aquellos tan exagerados que al final ni siquiera se podían llamar “fraudes”, ya que la misma audiencia jugaba el papel de cómplice, dispuesto a divertirse con la experiencia. P.T. Barnum, ultimadamente, cumplía lo que prometía: un rato de entretenimiento digno de tu dinero, ya fuera en su famoso American Museum –repleto de curiosidades humanas y animales– o, posteriormente, en su espectáculo circense: The Greatest Show On Earth.

P.T. Barnum escribió su propia autobiografía (vendió miles de copias), años antes de fallecer en 1897. Sin embargo, si él existiera todavía y usara el cine para contar su vida, el resultado seguramente sería algo bastante cercano a lo presentado en El gran showman, la película que Hugh Jackman soñó con hacer desde hace años y que por fin ve la luz. Más que una biopic tradicional de Barnum