El dolor detrás del escenario

Belleza, carisma y talento. Whitney houston fue un ícono de la música y responsable de abrirle las puertas a las cantantes afroamericanas en la industria. Pero sería incorrecto decir que lo tuvo todo. El documental Whitney trata de descifrar qué había detrás de esos ojos tristes.

- Por Fabiola Santiago

El director Kevin Macdonald quería entender más a fondo el enigma de Whitney Houston. Quería bosquejar su lado humano, aquel que los tabloides ignoraron cuando pasó de ser una princesa del pop en los 80, a la protagonista de titulares sobre abuso de sustancias en los 90, quien finalmente falleció en 2012. Aunque el realizador no era entusiasta de la cantante antes de aceptar el proyecto, había un halo de intriga alrededor de ella que llamó su atención, sobre todo después de hablar con Nicole David, agente de Whitney, quien le dijo no entender cómo es que la chica más dulce que había conocido había tenido un final tan trágico.

El director británico no es ningún novato en la tarea de retratar vidas y sucesos reales: Macdonald ganó un Óscar en el año 2000 por el documental One Day in September, acerca de la toma de rehenes en los Juegos Olímpicos de 1972. Por Tocando la cima –sobre la aventura de dos escaladores en los Andes peruanos–, ganó un BAFTA; además de que recreó, de manera ficcional, el régimen del dictador ugandés Idi Amin en El último rey de Escocia.

Aun así, admite que su investigación sobre la intérprete de “The Greatest Love of All