El Hiperrealismo De Ang Lee

- Vera Anderson

¿Qué tanto ves películas?

¿Siempre lo haces con un ojo crítico-analítico? ¿O acaso simplemente te pierdes en lo que se proyecta en la pantalla sin importar qué tan ridículo sea? ¿O qué tan granulado? Personalmente, yo tengo una apreciación esquizofrénica de las películas: por un lado, soy una cinéfila sofisticada (después de todo, mi trabajo es ver filmes), pero, por otro, soy capaz de disfrutar sin vergüenza de una atrevida comedia adolescente que no tenga cualidades cinematográficas redentoras. Otros amantes del cine, como mi esposo, no aceptan ver una película en la televisión si no es en un prístino canal en HD.

En todo esto me hizo pensar la nueva y revolucionaria película de Ang Lee, Billy Lynn: Honor y sentimiento, estrenada en octubre en el Festival Internacional de Cine de Nueva York. Es la primera película filmada en 3D a 120 cuadros por segundo; es decir, cinco veces más rápido que una película ordinaria y, además, con una resolución en 4K. No estamos hablando de una película con simples efectos especiales, sino de una nueva manera de filmación y otro tipo de experiencia. Definitivamente fue diferente, más inmediato e inmersivo. Sin embargo, la tecnología para proyectar un filme como éste sólo está disponible en unos cuantos cines en EE.UU.