HELEN CASTOR

La historiadora británica analiza en su obra Lobas las trayectorias vitales de cuatro reinas de la Inglaterra medieval que desafiaron la mentalidad y tradición patriarcal de la época para ejercer el poder.

- FERNANDO COHNEN PERIODISTA

Qué le llevó a escribir este libro?

Desde hace años, estudio cómo fueron las formas de poder en Inglaterra desde el medievo hasta el siglo XVI, un tiempo en el que no había teléfonos ni Internet, y que por esa razón me fascina tanto. Siempre me interesó ese momento de la historia de Inglaterra en que falleció Enrique VIII, a mediados del siglo XVI, sin dejar herederos varones. Este libro surgió cuando me pregunté en qué otras ocasiones había ocurrido lo mismo en Inglaterra. Quería saber cómo habían sido esas estructuras de poder en manos de mujeres. Por eso, en el libro me ciño al caso de cuatro reinas inglesas: Matilde de Inglaterra, Leonor de Aquitania, Isabel de Francia y Margarita de Anjou. Cuatro mujeres que se alzaron contra el poder patriarcal para gobernar en solitario o como regentes, y que abrieron el camino a las reinas Tudor inglesas. Un caso muy particular fue el de Matilde de Inglaterra, que intentó suceder a su padre, Enrique I, en el trono. Aunque la primera en conseguirlo fue una mujer del reino español de León, la reina Urraca, que sucedió a su padre en el trono dos décadas antes de que Matilde intentara hacer lo mismo en Inglaterra.

¿La reina Matilde logró su objetivo?

Cuando falleció su padre, Matilde regresó a la corte, pero el trono pasó a manos de su primo Esteban, causando una guerra civil. Tras varias batallas, Matilde decidió renunciar al trono en beneficio de su hijo Enrique II, que se convirtió en uno de los monarcas más importantes de la Europa medieval.

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