LA INOLVIDABLE REINA DE PARÍS JACQUELINE DE RIBES

A pocas semanas de cumplir 95 años, celebramos a una de las mujeres más elegantes de su época, la condesa Jacqueline de Ribes, musa de Yves Saint Laurent y Valentino, y creadora de su legendaria marca.

- FLORENCIA SAÑUDO

Su legado en la industria de la moda es innegable, por eso en 2015 el Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York dedicó una extraordinaria exhibición en su honor, Jacqueline de Ribes: el arte del estilo, la muestra más exitosa -hasta ese momento- en la historia del instituto desde su creación en 1937.

Y es que de Ribes es un icono eterno, cuya originalidad y elegancia hicieron de ella una de las personalidades más influyentes en la moda del siglo XX.

Su gusto refinado no sólo sedujo a los más grandes modistos, sino a los fotógrafos más importantes de su época, como Richard Avedon, David Bailey, Horst, Cecil Beaton, Irving Penn, Francesco Scavullo y Juergen Teller, cuyos retratos son emblemáticos. Pero ¿quién es Jacqueline de Ribes?

Para muchas personas es “la última reina de París”, última representante de un periodo dorado, entre los años 50 y 80, época de bailes míticos y de fiestas en Capri; de los escándalos de Elizabeth Taylor y Richard Burton; de la dolce vita; de playboys stars y de mujeres “cisne” como Truman Capote bautizó a las etéreas y aristocráticas Marella Agnelli, Gloria Guinness, Babe Paley y la propia Jacqueline, quienes marcaron el ritmo de la jet set con un sutil gesto en la mano –tras las muertes de la princesa Lee Radziwill, la coleccionista Jayne Wrightsman, la socialité Gloria Vanderbilt y la princesa Marella Agnelli, entre otras personalidades, Jacqueline es el último cisne de Capote con vida–. Y en toda la sociedad parisina, tan elegante, Jacqueline de Ribes sobresalía por su exquisito estilo y sofisticación, admirado e inevitablemente imitado.

BAILES Y FRUSTRACIONES