MONTANAS DE CORAJE

La Patagonia argentina es un escenario de paisajes vírgenes, donde los elementos se manifiestan sin ataduras. Un entorno bello e intenso, ideal para olvidarse del mundo o hacer frente a un reto personal.

- Josep M. Palau Riberaygua

La población argentina de El Chaltén tiene todo el aspecto de un asentamiento de colonos de reciente creación. El furioso viento de la Patagonia corre por sus calles solo desde el año 1985, cuando fue fundada. Aún hoy se pueden ver muchas parcelas ocupadas por una o varias caravanas o remolques, casas móviles que ponen en evidencia que muchos de sus habitantes son estacionales, que solo están ahí mientras dura la temporada en la que este remoto lugar se convierte en imán de montañeros y amantes de la naturaleza, más o menos de noviembre a marzo. Porque El Chaltén se ha convertido en la Capital Nacional del Trekking, con una población de apenas 3.000 personas que atienden a un millón de turistas anuales que acuden atraídos por el Parque Nacional Los Glaciares, reconocido como Patrimonio Mundial por la Unesco. Nada menos que 893 glaciares se derraman lentamente desde el Campo de Hielo Sur, la tercera extensión helada del mundo después de la Antártida y Groenlandia, y la mayor no polar. ¿Su ventaja? Un acceso por tierra y sin más complicaciones que el inestable clima patagónico.

Hasta este pequeño enclave de la provincia de Santa Cruz se han desplazado este año las cinco integrantes del Reto Pelayo Vida, cinco mujeres que han vencido al cáncer y que esperan coronar una de las cimas de la región, el cerro Gorra Blanca, así llamado por su aspecto visto de lejos.