El CIEM: semillero de compositores por medio siglo

Fundado a finales de 1972 por la pedagoga y pianista María Antonieta Lozano, el Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM) celebra cincuenta años de vida con actividades que se extenderán durante todo el 2023. Explica su metodología, historia y la publicación de un libro conmemorativo del CIEM el compositor Enrico Chapela Barba, director académico de este centro que lo formó, a la par de músicos de la talla de Gabriela Ortiz, Gerardo Tamez, Marcela Rodríguez, Víctor Rasgado, María Granillo, Carlos Popis Tovar, y Alondra de la Parra, entre otros.

- ROBERTO PONCE

Chapela. Continuidad

A 50 años de su fundación, el Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM) de la Ciudad de México prosigue la fecunda misión que emprendiera a finales de 1972 la pianista y pedagoga María Antonieta Lozano (1933-2017), comprometida con la educación infantil y la formación de músicos profesionales de trayectoria internacional.

Su lema es: "Creando creadores"; entre ellos: Gabriela Ortiz, Gerardo Tamez, Marcela Rodríguez, María Granillo, Alondra de la Parra, Víctor Rasgado, Carlos Popis Tovar, Rodrigo Sigal, Felipe Pérez Santiago, Leo Heiblum y José Julio Díaz Infante.

Vía telefónica, el director académico del CIEM, guitarrista y compositor Enrico Chapela Barba (D. F., 1974), evalúa: "El CIEM se ha destacado por el desarrollo nacional de la composición, principalmente. Porque si uno deseaba estudiar académicamente composición en los años setentas, cuando María Antonieta Lozano lo fundó, sólo había las tres opciones del Estado: la Escuela Nacional de Música de la UNAM, la Superior del INBA y el Conservatorio Nacional...".

Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y asimismo director general del Núcleo Integral de Composición (NICO), Chapela apunta:

"Por ejemplo, mi caso como el de tantos otros aspirantes, fue que no me aceptaron a los quince años en ninguna de esas tres escuelas por haber empezado tarde en la música. A los dieciocho terminé la prepa, y comparado con otros colegas que habían empezado a los tres años y a esas alturas ya tenían trece en la música, pues yo no tenía el nivel en las plazas ofrecidas en las escuelas públicas.