Furiosa: de la saga Mad Max – Motores milenarios

George Miller saca músculo mitológico y regresa al páramo para contar la leyenda de furiosa, la guerrera capaz de quemarlo todo

- Por Santiago Alverú

Hay entrevistas que podrían terminar al empezar. Hablar unos minutos con George Miller, por apasionante, equivale a horas de conversación con muchos otros. Este director, nacido en Chinchilla (Australia) en 1945, recibe a CINEMANÍA con interés y ofrece, despué de mencionar su amor por España,una anécdota que podría bastar para dar sentido a un reportaje. "Fui a España hace muchos años, por trabajo, con una película para Warner. Tengo grandes recuerdos de aquel viaje. Había un chico llamado Juan, no recuerdo su apellido, encargado de asistirme, que me invitó a un auténtico tablao flamenco, juno de verdad, no uno turístico!

También fuimos a Barcelona, donde me llevó a una corrida de toros. No entendí nada. En un momento, el público comenzó a agitar una marea de pañuelos blancos y el toro fue perdonado. Pregunté a Juan: '¿Qué está ocurriendo?'. Y me respondió: 'El toro está ciego de un ojo y no puede seguir'. '¡Qué afortunado! -exclamé así no morirá'. 'En absoluto -me corrigió Juanserá sacrificado esta misma tarde. Muere sin honor'. Más confuso todavía, indagué acerca de qué es lo que uno busca en una corrida, cuál es su esencia. Y él respondió, muy serio: 'Buscas que el toro y el matador sean dignos el uno del otro'. Y, lo creas o no, ese diálogo está en Furiosa. Pero yo he cambiado el toro y el matador por 'dos bastardos que sean dignos el uno del otro".