LA ERA SNYDER

RIVALES AVENTAJADOS, MURCIÉLAGOS TRISTES: ADIÓS A 10 AÑOS DEL UNIVERSO DC DE ZACK SNYDER

- Janire Zurbano

Quién iba a decirle a Zack Snyder que el último héroe de su Liga deceíta en despedirse sería un fortachón con tridente eclipsado por Amber Heard. Él, que había arrancado el universo extendido con el porte solemne y la mandíbula definida del Superman de Henry Cavill. Y, pese a todo, Aquaman y el reino perdido parece el cierre inevitable a una década de proyectos engullidos por polémicas detrás de las cámaras y pérdida de cualquier norte creativo.

Snyder siempre fue de héroes galácticos. Su amor por el cine se lo debe a Star Wars; no en vano sus primeras películas en Super-8 fueron una sucesión de planos de su juguete del Halcón Milenario. Tal vez por eso quiso a un kryptoniano para su debut en DC. La influencia de sus maestros, de Brian De Palma y Martin Scorsese a Arnold Schwarzenegger o el ilustrador Frank Frazetta, se tradujo en el dramatismo visual de 300 (2006), de esa Watchmen (2009) con la que se estrenó en el género de capas y mallas, o de la reivindicable Sucker Punch (2011). También de El hombre de acero (2013), con la que arrancó un universo superheroico creando un peligroso precedente: se ganó al público, pero no tanto a la crítica. Su Clark Kent, además, arrastraría la difícil tarea de exceder el modélico legado reciente de Christopher Nolan y medirse a un MCU en racha tras Los Vengadores (2012).

UNA LIGA A LA ZAGA