Escalar porque sí

El geógrafo francés Cédric Gras ha recuperado una nota al pie de página de la gran historia de la infamia del estalinismo que demuestra, una vez más, que alcanzó el totalitarismo perfecto.

- RAQUEL MARÍN

Fue más allá del nazismo, quizá no en horror ni en sangre, pero sí en el fondo de la cuestión. Los nazis tenían muy claros quiénes eran sus enemigos y fueron coherentes con sus odios. Bajo el Tercer Reich, era fácil saber si te había tocado ser víctima o victimario. Había pocos casos ambiguos. En la URSS de Stalin esto no se podía saber: cualquiera podía acabar en el gulag, no había méritos para librarse. Los campos siberianos estaban llenos de bravos bolcheviques, muchos de los cuales murieron sin renegar de la revolución ni de la lealtad soviética.