AMLO 2018 ¿hacia un nuevo "despeñadero"?

Actualmente existe una preocupación empresarial que podría afectar a miles de mexicanos mientras que un gran sector social mantiene una esperanza en una ilusión política.

- Por Juan Manuel Becerril De La Llata

Al igual que mucha gente, no tengo go la menor duda de que en esta futura elección presidencial de julio de este año, habrá un severo voto de castigo hacia el mandato del presidente Peña Nieto. Los casos de corrupción e impunidad han sido escandalosos (La Casa Blanca, Malinalco, Odebrecht, Grupo Higa, socavón de Cuernavaca, tren a Querétaro y un larguísimo etcétera), sumado a que los ciudadanos no hemos visto una mejora en la economía en nuestros bolsillos y sí –por el contrario– ha habido un endeudamiento excesivo, un ofensivo gasto en publicidad gubernamental, más el retardado efecto de los supuestos beneficios de las “reformas estructurales”, han hecho que el grueso de la población estemos francamente molestos con nuestro gobierno (¿recuerdas cuánto vale al día de hoy el litro de gasolina o cómo anda la paridad peso-dólar?).

Sin embargo, así como hoy hay una euforia por el efecto López Obrador, recuerdo que hace seis años lo había por Enrique Peña Nieto. Es más, desde hace 18 años con Vicente Fox hubo un frenesí de la sociedad por el cambio de gobierno, mismo que se tornó al poco tiempo en decepción y en bromas constantes hacia la figura presidencial. Por lo tanto, bien nos valdría tomar con cautela cualquier posible cambio de régimen o partido en el poder, no sea que venga otra enésima decepción.