CORAZÓN A SU RITMO

Más de un millón de personas en nuestro país sufre arritmias, problema que afecta al ritmo cardíaco. La hipertensión, el colesterol y el tabaquismo son los factores de riesgo principales, aunque la edad también cumple un papel predominante.

- INMA COCA

NO HAY QUE ALARMARSE. Aunque sentir que el corazón se acelera puede asustar y llevarnos a creer que tenemos algo grave, la mayoría de los casos no lo son.

La frecuencia cardíaca en una persona sana oscila entre 60 y 100 latidos por minuto. Sien-do cada latido un impulso eléctrico que provoca la contracción de las aurículas y los ventrículos para que la sangre circule desde el corazón hasta cualquier rincón de nuestro organismo. En ocasiones, este proceso rítmico no está cien por cien sincronizado y es cuando surgen los problemas. Se puede dar el caso de que la frecuencia sea más rápida o más lenta o que el impulso eléctrico no se produzca en el lugar apropiado.

Debido a la gran variedad que nos podemos encontrar al hablar de arritmias, es complicado delimitar unos síntomas claros, por lo que suelen ser en los chequeos rutinarios donde se detecta esta patología. No obstante, existen hasta un 10 % de enfermos no diagnosticados.

CUANDO EL CORAZÓN SE ACELERA

En momentos de ansiedad, estrés, miedo o enfado, puede ser normal que el ritmo del corazón se acelere. En estos casos, no hablamos de arritmias como tal, ni siquiera suele ser síntoma de una enfermedad cardíaca.

El doctor García nos explica la diferencia entre las palpitaciones y las arritmias: “Las palpitaciones son una sensación subjetiva de ritmo cardíaco acelerado o de que este ritmo cardíaco es anormal. Es lo que uno mismo se nota”.