Las herederas

- Por Jessica Oliva

No es común encontrar en nuestros tiempos un largometraje liderado solamente por una pareja de personajes femeninos, que además son de la tercera edad, y que, por si fuera poco, viven un lesbianismo maduro, en una cotidianidad silenciosa pero bien enraizada en el tiempo. Sobre todo no lo es en Paraguay, donde ni siquiera es común la existencia misma de un largometraje: su industria cinematográfica se halla prácticamente en gestación, y hasta hace poco aquel país latinoamericano no tenía ningún tipo de ley cinematográfica, ni fondos para la producción ni institutos públicos que velaran por el patrimonio fílmico. De ahí que Marcelo Martinessi luchara tanto para poder sacar adelante su​​​​​​ ópera prima, Las herederas, sin tener que ceder su producción a otro país.