A la caza de estrellas

Esta historia comienza en la cima del Sky Tram de Jasper, a 2,263 metros sobre el nivel del mar y de frente a las montañas rocallosas canadienses. Todo ocurre en el marco del Jasper Dark Sky Festival, evento que se realiza anualmente en un poblado enraizado en la provincia de Alberta.

- Por Alberto Romero

Donde vive el viento - Pocos espacios retan la capacidad de asombro tanto como lo hace el "patio trasero" del Sky Tram de Jasper. Aquí se abre paso un sendero de rocas bordeado por un precipicio, de frente a un horizonte magnífico, cuyas cimas nevadas delatan la presencia del invierno. El silbido incesante del viento es capaz de acallar hasta los pensamientos más arraigados en la mente.

Después de cenar en un restaurante con vistas magníficas, un turista decide salir de la estación que recibe al Sky Tram de Jasper para observar las montañas nevadas del horizonte, sin vidrios de por medio. De frente a él, un manto blanco se posa en la silueta del sistema montañoso que rodea a Jasper, poblado célebre por albergar una riqueza natural única en su tipo, pues, por las noches, se extiende, literalmente, hasta el infinito. Esto piensa el viajero tras repasar en su memoria algunos conceptos básicos del destino; en su cabeza, una voz en off le indica: "Aquí se ubica la segunda reserva de cielo oscuro más grande del mundo, lo cual, aunado a una política gubernamental que reduce al mínimo la contaminación lumínica en los asentamientos urbanos, favorece el estudio y la observación del universo".

Con mayor ceterza del prodigio natural en el que se encuentra, decide caminar a través del pasillo de madera que rodea la estación, hasta llegar a la parte trasera, justo al pie de un sendero de tierra apenas perceptible. Y duda un momento: ¿Será seguro caminar entre las rocas? Pero el temor se disipa cuando observa a algunas personas recorriendo el sendero. Entonces se tranquiliza por completo.