Me organizo de forma caótica

DURANTE LA PANDEMIA, mientras un confinamiento llevaba a otro, tenía mucho tiempo en mis manos. Los libros fueron los primeros en sufrir mi exceso de atención.

- Richard Glover

Empecé con desempolvar, pero luego se convirtió en organizar. Quité todos los libros de las estanterías y los apilé sobre el suelo de mi cuarto. Pero ¿qué sistema debería usar para organizarlos?

El orden alfabético sería demasiado fácil, dada la cantidad de tiempo que intentaba consumir. Así que, en vez de eso, opté por un sistema geográfico, en el que primero estarían organizados por continente y luego de acuerdo con la latitud.

Los libros en el estante superior serían de autores que vivieran más al norte, lo que, para mí, era solo razonable. Si un autor europeo es de, digamos, Creta, encontrarás su trabajo en los climas soleados de los estantes más bajos.

Organizar libros es una actividad perfecta para el confinamiento, ya que requiere una investigación extensa cada vez que intentas poner un volumen de vuelta en el estante. ¿León Tolstoi está más cerca del Polo Norte, o el lugar en la cima es para la maltratada tapa blanda del sueco Stieg Larsson? Añade La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, del autor danés Peter Høeg y, en minutos, estarás sentado en el suelo de tu cuarto, rodeado de libros y completamente desconcertado sobre cuál debería ser tu siguiente movimiento.