El lado bueno de la pandemia

Si deseas borrar estos dos últimos años de tu vida, no eres el único. Aunque algunos lectores han sacado algo positivo

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Compañeros de paseo

MI MARIDO Y yo salimos a pasear por nuestro barrio todos los días. Al principio de la pandemia, nos cruzábamos a menudo con un perro que nos ladraba a modo de saludo. Un día vimos a su dueño, al que dijimos que nos encantaría que nos lo dejara para pasear con nosotros de vez en cuando.

Y así conseguimos un nuevo compañero en nuestros largos recorridos. Marlie, una perrita cruce de Golden Retriever y caniche que camina moviendo la cola y con la cabeza bien alta. Obedece muy bien todas las órdenes (afortunadamente para nosotros) y se detiene y nos avisa cuando ve una ardilla o un conejo.

Han pasado casi dos años y Marlie sigue acompañándonos casi a diario, incluso durante el invierno. Todos los días, se sienta en la ventana a la misma hora a esperar a que aparezcamos por la calle a recogerla.

Aprender cosas nuevas