UNA GRAN PARODIA A CASTLEVANIA

Rendimos un homenaje a una de las obras más infravaloradas de todo el catálogo tanto de Famicom como de la propia Konami: Kid Dracula. Una aventura divertidísima y bastante más asociada a Game Boy que a la consola que realmente le vio nacer. Si nunca la has disfrutado, iremedia dicho error de inmediato!

- TEXTO DE SERGIO MARTÍN

Konami es una compañía a la que le gusta mucho autoparodiarse. Y el mejor ejemplo de ello es Parodius, la conocidísima y aclamada serie (personalmente me entusiasma) basada en Gradius que está a la misma altura de majestuosidad que dicho shooter de 1985. Una franquicia muy conocida... algo que no sucede con la que nos ocupa, Kid Dracula (o Akumajo Special: Boku Dracula-kun, que así es como fue bautizada en Japón). Y no porque sea un título completamente desconocido (al menos para muchos usuarios), sino porque en opinión de un considerable número de jugadores, jamás ha alcanzado el reconocimiento que realmente merece. Sin tratarse de una obra maestra ni uno de los mejores trabajos de Konami (tampoco es necesario exagerar), es justo afirmar que se trata un juego muy entretenido en líneas generales.