VISIÓN SINGULAR

Alejándose de los megaproyectos que lo han hecho famoso, Rem Koolhaas construye una casa minimalista junto a un lago para una familia austriaca.

- PHILLIP DENNY

El clima cambia rápidamente en el Zeller See, en Austria. Al amanecer, la niebla se levanta del tranquilo lago y se adentra en el apacible pueblo de su orilla occidental. El sol del mediodía atraviesa las nubes, y las luces y sombras juegan en claroscuro sobre el paisaje alpino. Una lluvia de luz vespertina cubre el valle; los tejados relucen y la superficie del lago resplandece.

Esta es la escena que se contempla desde la Casa Austriaca, la última residencia del arquitecto holandés Rem Koolhaas. Sobre las anteriores, la Maison à Bordeaux se terminó en 1998; la precedieron la Casa Holandesa, en 1995, y la Villa dall’Ava, en 1991. Todas ellas han sido consideradas obras maestras. Creada en estrecha colaboración con el arquitecto Federico Pompignoli, la más reciente marca una sorprendente evolución en la carrera de uno de los diseñadores más célebres del mundo.