Mi Vida, Mi Stilo

El departamento parisino de Lauren Santo Domingo es una mezcla elegante de lo clásico y lo nuevo, justo como su destacado guardarropa.

- Lucy Halfhead

Siempre me han gustado los periodos deca-dentes de la historia”, dice Lauren Santo Domingo, recostada en un enorme sofá con estampado de tigre en su casa parisina. “En la universidad me fascinaron el Japón feudal, la China imperial y la Rusia zarista. Se podría decir que he estudiado el lujo toda mi vida”.

En los últimos siete años, Lauren (LSD para sus amigos) ha enfocado esta pasión y sumado su punto de vista como ex editora de moda, en un negocio que ha resultado muy exitoso: Moda Operandi, una tienda donde los clientes pueden encontrar un rango amplísimo de looks recién bajados de la pasarela. Esta oferta, sin duda alguna, contrasta con la de los pocos (y no siempre bien elegidos) atuendos que suelen ofrecer las tiendas convencionales. “He estado en la primera fila de Fashion Week con cinco de mis amigas y a cada una nos han gustado prendas diferentes”, dice. “Así que la idea de que sólo dos de todos esos vestidos lleguen a las tiendas y, por tanto, las seis estemos satisfechas, es totalmente ridícula”.

Lauren creció en Greenwich, Connecticut, donde sus vecinos incluían a Chloë Sevigny y a Carolyn Bessette, y siempre le gustó hacer las cosas a su manera. “A los 15 años ya sabía cómo era mi personalidad. No me gusta que me regañen o que me callen. Greenwich era muy conservador y ser llamada glamurosa o ambiciosa era considerado un insulto. Así que me fui en cuanto tuve oportunidad”. En la preparatoria tuvo empleos de verano, incluyeron ser niñera, actuar como salvavidas y modelar. Fue así que conoció a Andrea Linett, una editora de la revista