ENTRE LA BRISA Y EL MAR

Con el murmullo de las olas y el aire fresco de la playa, un masaje o un facial es lo único necesario para alcanzar la relajación máxima.

- LUCY LARA

San Bartolomé, mejor co-nocida como St. Barth, es una isla en el Caribe famosa por su linaje fran-cés y por ser un destino de lujo que ofrece playas de arena blanca y un horizonte cuya gama de azules resulta un deleite a la vista. En este privilegiado escenario se afincaron villas de ricos y famosos que han dado fama, no del todo incierta, sobre lo costoso que es vivir o vacacionar ahí.

Después del huracán Irma, que dañó terriblemente a St. Barth, gran parte de las casas y hoteles han tenido que ser remodelados o reconstruidos para recibir al turismo que llega frecuentemente de todo el mundo. Entre esos hoteles se encuentra el Christopher, ubicado sobre la costa rocosa del barrio Pointe Milou, cuna del magnífico restaurante Le Ti Saint Barth y algunas de las residencias más elegantes del vecindario, que reabrió sus puertas en el 2017 con 23 habitaciones y 19 suites y el mejor spa de toda la zona. El Pitch Promotion Group, dueño del lugar, ideó el ambiente de relajación total que sólo podía acompañarse con una línea lujosa e impecable en su eficiencia: Sisley Paris. Los tratamientos Phyto-Aromatic se ofrecen tanto para cuerpo como para rostro con un fabuloso abanico de olores y texturas, cada uno con un protocolo específico y su respectiva técnica para deleitar a la piel o cuerpo. Las cabinas a las que nos han acostumbrado los hoteles,