DIETA ANTIMIGRANAS

Lo que comes o no comes puede ayudar a evitar dolores de cabeza incapacitantes

- Jen Babakhan, Lisa Marie Conklin, Y Jessica Migala

CHRISTY NIELSON, de 49 años, re- cuerda su primera migraña, en tercero de primaria. Se acurrucó en la parte trasera del autobús escolar con un dolor insoportable, y no encontraba las palabras para explicar a sus padres cómo se sentía al llegar a casa. Cuando llegó a la pubertad, las migrañas empeoraron. A los veintipocos años, asumió que los dolores de cabeza serían parte de su vida. Años después finalmente encontró una cura en su alimentación.

La migraña es una enfermedad neurológica que tiene unos síntomas, entre los que se incluyen dolor palpitante en la cabeza de moderado a severo y que puede durar de cuatro horas a varios días. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente mil millones de personas en todo el mundo las sufren. Mientras que ocurren en parte debido a factores genéticos, los ataques pueden suceder aparentemente al azar, provocados por algo ambiental.

“El cerebro de cada persona funciona de forma ligeramente diferente al de los demás, pero sabemos que en general los desencadenantes pueden causar hiperexcitabilidad a la corteza cerebral” afirma Danielle Wilhour, profesora adjunta del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.

Un factor desencadenante común es la comida, y algunos desencadenantes dietéticos comunes son el alcohol, la sal, el azúcar, el chocolate y la cafeína.