la ruina como refugio

Una ex hacienda en Querétaro es convertida en guarida contemporánea, fusionando ruina, paisaje y arquitectura regenerativa.

- MÓNICA BARRENECHE

Como santuario ecológico y arquitectónico en Querétaro, emerge Hacienda El Aguacate, un proyecto del estudio de arquitectura GOMA que transformó las ruinas de una antigua hacienda del siglo XIX en un espacio habitable, ecológico y radicalmente contemporáneo. Ubicado en una cañada remota del municipio de Ezequiel Montes, el proyecto se despliega sobre una propiedad de 30 hectáreas, donde lo natural y lo construido se entrelazan con una lógica respetuosa y silenciosa.

Dentro de la recuperación se eliminó la baldosa sintética existente y se reemplazó por la loseta de barro y pisos de cantera reciclada que refuerzan la materialidad vernácula del conjunto.

El conjunto, originado en un antiguo molino de mediados del siglo XIX, se encontraba en estado de abandono. El estudio —fundado en 2019 por Carlos González y Udo Muchow, con Santiago Luján como socio de proyectos— decidió intervenir desde la mínima alteración, priorizando la conservación de las estructuras existentes y actuando solo donde el impacto previo ya había degradado el terreno. El resultado es una propuesta que mezcla restauración, reciclaje y arquitectura de bajo impacto, sin renunciar al confort contemporáneo.