ODILE RODRÍGUEZ DE LA FUENTE

EL HOMENAJE A SU PADRE, AL CUMPLIRSE EL 40 ANIVERSARIO DE SU MUERTE, SE TITULA “FÉLIX. UN HOMBRE EN LA TIERRA” (EDITADO POR GEOPLANETA). CUANDO SE PRODUJO EL FATAL ACCIDENTE DE ALASKA, EN EL QUE PERDIÓ LA VIDA EL INOLVIDABLE NATURALISTA Y DIVULGADOR, ELLA TENÍA TAN SOLO 7 AÑOS. PERO TUVO TIEMPO SUFICIENTE PARA HEREDAR DEL PADRE SU AMOR A LA NATURALEZA Y SU PREOCUPACIÓN POR EL DETERIORO DEL PLANETA.

- JAVIER DEL CASTILLO

“MI PADRE, QUE ERA UN GRAN COMUNICADOR, DECÍA QUE NO SE PUEDE SEPARAR AL HOMBRE DE LA TIERRA”

Asus 47 años, madre de dos hijos de 10 y 7 años, Odile ha viajado mucho, pero apenas encuentra en su álbum imágenes de ciudades. Desde que siendo una niña su padre la llevaba, a ella y a su hermana mayor, a La Alcarria los fines de semana para practicar la cetrería con halcones, sus destinos prioritarios están en la naturaleza. Tiene una finca en Chiloeches (Guadalajara) y un terrenito en el Parque Natural de Redes (Asturias), donde se aísla lo más posible de la contaminación y del asfalto. Durante la entrevista son inevitables las referencias a la figura del padre y a la vigencia, cuarenta años después, de sus mensajes en defensa de la Naturaleza.

¿A dónde le llevaba su padre de viaje o de vacaciones?

Solía llevarnos a una finca que tenemos cerca de Brihuega (Guadalajara). Antes de que saliera el Sol, nos íbamos en un Citroën Meari al campo a reconocer aves. Yo a los 7 años era una experta y no había ni una que se me escapara. También recuerdo haber estado en el Parque Natural del Río Dulce viendo los animales con los que hacía los rodajes de El hombre y la Tierra. Pero nunca hicimos otro tipo de viajes en familia. Mi padre pasaba mucho tiempo fuera. Siempre estaba trabajando.

¿De ahí le viene también a usted su pasión por la naturaleza?

Sin lugar a duda. Yo no puedo vivir sin pisar la tierra –tierra, no cemento– y sin ver estrellas y sin sentir los olores del campo. No puedo.

¿Algún viaje que le haya marcado especialmente?