EL PIRINEO Y TIERRAS DE LLEIDA, VERANO EN EL PARAÍSO

La unión entre riqueza patrimonial y arquitectónica y un patrimonio natural excepcional, que ofrece paisajes paradisíacos al alcance de casi todos, convierte a Lleida en un destino turístico ideal para familias.

- de Sergi Martí

No es casualidad que las comarcas del Pirineo y las Tierras de Lleida se hayan convertido en todo un referente para el turismo familiar. El abanico de oportunidades que ofrecen a los visitantes es inmenso. Aquellos que busquen respirar aire puro y realizar actividades rodeadas de árboles y naturaleza para huir del ruido y las aglomeraciones de las grandes ciudades pueden encontrar en el Pirineo leridano su lugar ideal. El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es sin duda la nave capitana del patrimonio natural del Pirineo, con casi 41.000 hectáreas de paisajes maravillosos repartidos entre las comarcas del Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, la Alta Ribagorça y la Val d’Aran. Recorrer senderos y rutas en medio de este majestuoso parque, descubriendo bosques de pino negro o de abetos, admirando algunos de los casi 200 lagos naturales que contiene o visitando alguno de los nueve refugios de montaña que hay dispersos dentro de sus límites, se convierte en una experiencia única que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida. Sin olvidar otras propuestas interesantes, como el Parque Natural del Alt Pirineu, el más extenso de Cataluña con una superficie de cerca de 80.000 hectáreas, y el Parque Natural Cadí-Moixeró, el segundo más grande repartido entre las comarcas del Alt Urgell, la Cerdanya y el Berguedà.