RAFAEL GROSSI, DIRECTOR DE LA OIEA EVITAR UNA CATÁSTROFE EN ZAPORIYIA, EL TRABAJO MÁS DIFÍCIL DEL MUNDO

Desde febrero pasado, al comenzar la invasión rusa a Ucrania, hay una gran preocupación en el Organismo Internacional de Energía Atómica: que los bombardeos dañen la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y que ya ha sido blanco de algunos proyectiles. En entrevista, Rafael Grossi, director del OIEA, habla de las medidas urgentes que se están tomando para evitar una catástrofe de dimensiones colosales y de sus esfuerzos por conciliar la seguridad entre dos países en guerra.

- IRENE SAVIO

ROMA.— En 2020 Rafael Grossi asumió como director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Dos años después, este argentino de 61 años –más de 35 de los cuales, enel sector de la no proliferación nuclear y el desarme– tiene una de las tareas más delicadas que existan en la actualidad en el planeta: evitar una catástrofe de grandes proporciones en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más grande de Europa, capturada en marzo por las tropas rusas y blanco de repetidos ataques de los cuales Rusia y Ucrania se acusan recíprocamente.

Por eso Grossi propuso una solución: que los dos países, que ya aceptaron en agosto que una misión de especialistas de la OIEA se quede en la planta, pacten crear una zona de seguridad en torno a la central antes que acabe el año.

Una ambiciosa misión a contrarreloj que, aunque se retrase ligeramente, marcaría un entendimiento sin precedente entre los dos países en guerra desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó en febrero pasado su invasión de gran escala en Ucrania.

En entrevista, realizada al margen de una cumbre internacional en la capital de Italia, Grossi explica cuáles son los retos a los que se enfrenta, cuáles son los peligros que el mundo tiene delante en estos momentos y cómo está avanzando para resolverlo todo.

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