Seis conceptos erróneos sobre las aves

Sus cantos alegran nuestros campos y pueblos. Nos resultan tan familiares que creemos conocerlos. ¿Pero es esto cierto?

- Frédéric Archaux

El mochuelo de madriguera vive en las praderas de Norteamérica y Sudamérica.

Las aves descienden de los dinosaurios. ¡Falso!

Las aves no descienden de los dinosaurios. De hecho, son dinosaurios. La ciencia estableció la conexión entre aves y dinosaurios con el descubrimiento del Archaeopteryx en 1861, apenas dos años después de la publicación de "El origen de las especies" de Charles Darwin. El biólogo británico Thomas Huxley, un firme partidario de la teoría de la evolución, sugirió que las aves descendían de dinosaurios terópodos bípedos.

Y durante mucho tiempo nos quedamos con esa idea. De hecho, ¡es difícil poner un T-Rex y un herrerillo azul en el mismo saco! Los dinosaurios no sobrevivieron a la tremenda colisión de un meteorito, pero los pájaros y su plumaie, sí que lo hicieron.

Una historia preciosa que numerosos descubrimientos arqueológicos y estudios científicos han desechado. Durante los últimos 20 años, los paleontólogos han desenterrado cientos de fósiles de dinosaurios con plumas. Así que las plumas llegaron mucho antes que los primeros "pájaros", que se beneficiaron de decenas de millones de años de innovaciones dentro de la gran familia de los dinosaurios, incluida la importante transformación de la muñeca en ala. A medida que avanzan los descubrimientos, la supuesta frontera entre aves y dinosaurios se va estrechando. Algunos dinosaurios eran de sangre caliente e incubaban sus huevos.

Vista artística en 3D de un dinosaurio ave prehistórico, el archaeopteryx.

Por lo tanto, las aves forman parte de los dinosaurios, de igual modo que nosotros somos una especie de primates, no solo sus descendientes. Hoy en día viven en la Tierra unas 10.000 especies de aves: ¡Es muy posible que nunca haya habido tantos dinosaurios en el mundo!