VIAJE DE IDA Y VUELTA AL INFIERNO

El cráter de Darvaza, en Turkmenistán, es conocido como la Puerta del Infierno. Llegué hasta el borde y viví para contarlo

- Tim Johnson

El cráter de gas de Darvaza, en Turkmenistán, en el desierto de Karakum.

VUELTA ALREDEDOR DEL MUNDO

Como escritor de viajes, he visitado casi 150 países en 20 años y he visto muchas cosas notables. Me he subido a la cesta de un globo aerostático y he visto ma- nadas de elefantes cruzando el Serengeti. He sobrevolado la Antártida en helicóptero para ver ballenas jorobadas alimentándose en sus heladas aguas. Me han deslumbrado el Taj Mahal, en la India, el Machu Picchu, en Perú, y las Pirámides de Giza. Incluso he disfrutado de los últimos rayos de una puesta de sol desvaneciéndose sobre Angkor Wat en Camboya sentado en lo alto de un templo.

Pero nunca he visto ni he experimentado nada como la Puerta del Infierno, con sus llamas deslumbrando desde el fondo de un cráter a 30 metros de profundidad, iluminando el desierto de Karakum con metano en llamas. Mi visita hace casi una década fue una experiencia inolvidable.

Ashgabat.

He vuelto a recordar ese lugar estos días porque ha aparecido en las noticias recientemente. Darvaza, el famoso cráter de gas en llamas de Turkmenistán finalmente está a punto de extinguirse, y su contaminante abismo será tapado, con suerte para siempre. El nuevo presidente del país, Serdar Berdimuhamedov, ha anunciado que Estados Unidos va a ayudar a su país a hacerlo por el bien del mundo entero.