¡BARCO FANTASMA!

Después de que un barco no tripulado estuviera a punto de embestir su embarcación, padre e hijo se acercaron a mirar

- Derek Burnett

Hasta ese momento, la pesca había sido un fracaso, pero todavía quedaba un buen día por delante en el mar. Las aguas estaban tranquilas y el cielo despejado. Soplaba una ligera brisa. Eran las 11:30 de la mañana del 5 de julio de 2021, y se encontraban a casi 65 kilómetros de la costa de Carolina del Norte.

Andrew Sherman, de cincuenta años, asesor de inversiones de Virginia, y su hijo Jack, de 21, estudiante en la Academia Naval de Estados Unidos en Maryland, eran ávidos pescadores que conocían bien esas aguas. Normalmente hubiesen esperado ver a otros pescadores, pero hoy el suyo era el único barco en la zona.

Hasta ese momento.

De pie en su lancha Sea Hunt de seis metros de eslora a la deriva, Andrew acababa de terminar de enrollar el carrete del hilo de pescar cuando vio un barco que se aproximaba desde el este. Con una proa pronunciada, camarote y bañera en la popa, se dirigía directo hacia ellos sin cambiar de rumbo. La normativa dicta que no debes acercarte a menos de 50 metros de otro barco a menos que te inviten.

Qué raro, pensó Andrew. No veía a nadie tras el timón en la cabina del piloto, pero ese tipo de barco a menudo tiene otro puesto de mando en la popa. Tal vez había alguien allí.