DE HOLANDA A ESPAÑA

Comencé mi viaje en tren en Ámsterdam, evitando las rutas de alta velocidad y disfrutando por el camino de la belleza y alguna sorpresa

- Paul Robert

Atravesando el valle del Ariège, en Francia.

"!LOS TRENES FRANCESES son un desastre!" ruge mi compañero de viaje, un hombre de cincuenta y tantos años, mientras ¡L se aleja. A los dos nos han dejado tirados frente a la estación de tren de Charmes, un pequeño pueblo en el noreste de Francia. Es mi segundo día de viaje, en noviembre de 2021, desde Ámsterdam hasta el sur de España, y mi cuidadosa planificación ya se está desmoronando.

La semana anterior, mi mujer había volado a Málaga, para hacer un curso de idiomas, así que pensé reunirme con ella cuando lo terminara. Sería divertido hacer el viaje en trenes locales para ver paisajes campestres.

Compré un billete de Interrail con el objetivo de cubrir una ruta de 2.200 kilómetros en cinco días. De media, viajaría menos de 500 kilómetros entre el desayuno y la cena cada día. Solo cogería trenes de alta velocidad si no había otras opciones ferroviarias.

En dirección a los los Pirineos.

¿Mi primer reto? Planificar la ruta. Las personas que elaboran los horarios de los trenes locales en los Países Bajos, Bélgica, Francia y España parecen no saber que las fronteras europeas están abiertas desde 1995, ¡y que la Unión Europea (UE) declaró 2021 el Año Europeo del Ferrocarril! El sistema holandés muestra los horarios de los trenes locales desde Ámsterdam hasta la frontera, pero para cruzar a Bélgica, tenía que consultar el horario de los trenes internacionales, que no mostraba las líneas locales. Ni siquiera podía planear mi salida de los Países Bajos.