La vida es (aún) más rosa en Toulouse

La Ville Rose, una ciudad muy animada donde la modernidad se abraza con su legado medieval y renacentista, es uno de los tesoros más desconocidos de Francia. Bon voyage!

- Ricardo Alonso

Posicionada desde hace un tiempo entre los tres destinos más visitados del mundo, París será todavía más asediado este año al albergar los Juegos Olímpicos, por lo que bien vale la pena pensar dos veces ir allá o contemplar nuevos horizontes.

Si quieres algo igualmente romántico y elegante, con imborrables parajes, un patrimonio invaluable, una arquitectura imponente, rica gastronomía y una interesante cultura, pero mucho más apacible y con menos turistas... voilá: Toulouse.

En esta ciudad, ubicada al sur de Francia, bien podrías saborear un café con un tradicional chocolatín desde una de las terrazas de la plaza Saint-Georges y pensar que estás en algún coqueto rincón parisino; al menos hasta darte cuenta de que aquí, la Ciudad de la Luz se nos pintó de rosa, el río Sena se transformó en el Garona, la catedral de Notre Dame en la Basílica de San Sernín, la Torre Eiffel en el cohete espacial Ariane 5 y hasta el jersey del Paris Saint-Germain cambió por el del Stade Toulousain, el equipo local de rugby, deporte local par excellence. Es como haber entrado a una dimensión diferente en la que todo es muy parisino, pero más relajado y amable, como diseñado especialmente para el placer.

Toulouse es una ciudad fantástica para disfrutar a pie. Su centro, histórico no es demasiado grande y sus edificios, no muy altos, dan la sensación de estar en un pueblo, más que en la cuarta ciudad más grande de Francia.