Cine de arroceras

Payal Kapadia aflora con La luz que imaginamos como cineasta de vivencias universales y gestos íntimos: todo lo que cabe en un electrodoméstico de cocina

- Daniel de Partearroyo

Los objetos que pasamos por alto pueden estar cargados de significado y, en su aparente neutralidad, vertebrar universos narrativos. Wong Kar-wai en Deseando amar (2000) dio a la arrocera que el personaje de Tony Leung regala a su esposa la función de posibilitar el adulterio de fondo que determina su propio romance quebrado. En La luz que imaginamos, otra arrocera pone en marcha el relato: llega como regalo anónimo al apartamento que comparten Prabha y Anu, dos enfermeras malayalis en Bombay. ¿Quién la envía? ¿Es un regalo del marido de Prabha, que justo después de la boda fue a buscarse la vida a Alemania? ¿O procede de ese médico que la corteja en el hospital donde trabajan?