LAS MEJORES PELICULAS de 1925

LA REVOLUCIÓN LLEGA AL CINE EN EL ECUADOR DE SU DÉCADA MÁS PRODIGIOSA: LOS MAESTROS CONSAGRADOS SIGUEN EN PLENA FORMA, LOS NUEVOS DEBUTAN CON OBRAS MAESTRAS

- Daniel de Partearroyo

SIETE OCASIONES
Buster Keaton

Firme contendiente en la reñida pugna por la mejor persecución de la década, y con dos candidaturas. La primera no es con policías ni maleantes, sino con un centenar de novias que persiguen a Buster Keaton por toda la ciudad para casarse con él antes de que den las siete de la tarde y pierda el derecho a una herencia millonaria; la segunda, con una avalancha de rocas por la ladera de una montaña. Aunque fuese una de las películas menos queridas por el cómico (le obligaron a adaptar una pieza teatral ajena), no le faltan alicientes como una temprana aparición de Jean Arthur sin acreditar o un antológico gag de seducción frenada en seco tan cortante como la mirada de la chica del guardarropa.

LA HUELGA
Sergei M. Eisenstein
Acontecimiento de consecuencias siderales para la historia
del cine: ese joven veinteañero de Riga con el pelo enloque-
cido, que había llegado al teatro de Moscú tras despuntar
como propagandista en el Ejército Rojo y publicaba textos
muy encendidos sobre el montaje cinematográfico, dirigió
su primer largo. La crónica de una huelga en la Rusia prerre-
volucionaria donde el protagonismo es colectivo, los patro-
nos son identificados con animales y la represión de los tra-
bajadores se intercala con una matanza de ganado. Nace un
nuevo instrumento proletario con lenguaje propio.

EL TUMBÓN
Frank Borzage