MACKENZIE DAVIS

No creo que el miedo a que esto se acabe se vaya nunca del todo”

- Irene Crespo

En episodios de Black Mirror y Halt and Catch Fire arrancó una carrera que se ha hecho muy singular, con mucha ciencia ficción y algo de terror, como el último filme que estrena, atemorizada por James McAvoy, No hables con extraños

“¿En qué mundo ocurre que estés rodando una historia de ciencia ficción especulativa y esa especulación se catapulte en tu propia vida?”, se preguntó Mackenzie Davis (Vancúver, 1987) en la promoción de Estación Once (2021), la serie de la que todo el mundo habló en pandemia porque giraba, precisamente, alrededor del post-fin del mundo provocado por un virus (sic). “No era un show postapocalíptico sobre un tipo duro matando a todo el mundo que se cruzara en su camino, trataba de humanidad y conexión y de cómo el arte puede hacer que la vida merezca la pena”, explicó Mackenzie en aquella promoción. Ese luminoso enfoque fue lo que atrajo a esta actriz canadiense hacia el que ha sido su proyecto más comentado hasta la fecha y del que, sin embargo, tuvo dudas al principio porque le llegó después de un buen puñado de películas sobre el final de nuestros días o etiquetadas como ciencia ficción: de San Junipero (2016), el episodio de Black Mirror que la puso en el mapa y la mente de todo el mundo (“Vivía en Nueva York y ocurrió de la noche a la mañana, de repente notaba que la gente me miraba, ese episodio significó mucho para mucha gente y es lo más bonito, porque eso es lo que buscas como actriz”); a