HASTA EL FIN DEL MUNDO EN LA FRONTERA DEL AMOR

Viggo Mortensen DIRIGE A VICKY KRIEPS EN ESTE WESTERN QUE RETRATA LOS ORÍGENES DE LA SOCIEDAD ESTADOUNIDENSE DESDE UN PUNTO DE VISTA FEMENINO

- Andrea G. Bermejo

Una imagen de su madre fue el punto de partida de la segunda película como director de Viggo Mortensen. "Empecé a escribir a partir de la imagen de una niña jugando y correteando en un bosque de arces y robles, una imagen del lugar donde mi madre se crió", nos cuenta en la librería Ocho y Medio. Así fue como el actor de El señor de los anillos o Una historia de violencia empezó a escribir el guion de Hasta el fin del mundo en pleno encierro por la pandemia. Y así, también, como situó a un personaje femenino en el centro de su historia. "Mi madre era una mujer de su época, ama de casa, madre de tres hijos, pero con mucha imaginación y muy suya. Una persona, dentro de sus posibilidades, libre de pensamiento, con sus opiniones y una particular manera de mirar el mundo", explica sobre su progenitora, que también inspiró su ópera prima, Falling. Con ella en mente escribió al personaje de Vivienne Le Coudy, una joven independiente, testaruda, que vive sola, se gana la vida sin necesitar a nadie y es capaz de resolver sus propios problemas. Nada sorprendente... si Hasta el fin del mundo no fuese un western.