DAVID VERDAGUER

Superlativo en su encarnación del cómico catalán, raro sería que a David Verdaguer se le escapara el Goya por una interpretación abracadabrante

- Rubén Romero Santos

¿Cuánto hay de Eugenio en David Verdaguer?

Fumar no me costó, porque ya fumo y me dieron un premio Goya por hacerlo en Verano 1993. Marina Salas, que interpreta a mi hermana en la película, me dijo un día: “David, no te rayes, que tú eres como Eugenio. Eres muy gracioso, pero eres muy triste”. Lo dijo por ayudar, ¿eh? Creo que soy serio, pero no melancólico.

Insististe mucho en que te pusieran una prótesis de nariz. ¿Por qué?

Peleé mucho por ella. No porque fuera importante parecerme a Eugenio si no para desaparecer yo. De hecho, al final, no es tan grande. Si a mí me pusieran la nariz de Eugenio, parecería un teleñeco. Trueba me decía siempre que tenía que coger la energía del personaje, pero no agobiarme por eso. El cine siempre tiene que estar ‘cerca de’, pero no ser exactamente lo que ha sido.

¿Qué fue lo más complicado del papel?