CITROËN C3 AIRCROSS RUMBO A LOS MALLOS

NOS PONEMOS AL VOLANTE DE LA SEGUNDA GENERACIÓN DEL CITROËN C3 AIRCROSS PARA UNA RUTA MUY ESPECIAL: DESDE LA PLANTA DONDE SE FABRICÓ, EN FIGUERUELAS, HASTA UNO DE LOS MONUMENTOS GEOLÓGICOS MÁS IMPRESIONANTES DE NUESTRO PAÍS, LOS MALLOS DE RIGLOS.

- LUIS MEYER

Para llegar en coche desde Zaragoza a los Mallos de Riglos la ruta más lógica es la autovía E-7, tomar un desvío al llegar a Huesca y hacer solo un último tramo de 15 minutos por carretera comarcal. Pero como se trata de probar el nuevo Citroën C3 Aircross, hemos tirado por el ca mino (nunca mejor dicho) difícil: la nudosa y estrecha carretera A-124 de doble sentido repleta de curvas imposibles y mal peraltadas, cambios de rasante ciegos y baches de todo tipo y tamaño, es sin duda la mejor opción para llevar un vehículo al límite. El punto de partida es, ni más ni menos, que el origen del C3 Aircross, en sentido literal: muy cerca de la cadena de montaje que lo vio nacer, en Figueruelas, a 20 kilómetros de Zaragoza.

Esta es la segunda generación de este modelo, que recibe retoques estéticos y de equipamiento, en el exterior y el interior. Nos dice un responsable de la marca que han querido darle “una mirada más seria”: