Embarazo: ¿qué puede salir mal?

Diabetes gestacional, placenta previa, preeclampsia o crecimiento intrauterino retardado son algunas de las situaciones que pueden ocurrir durante la gestación. En qué consiste cada una y cómo actuar en cada momento.

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La mayoría de los embarazos transcurre sin complicaciones. Sin embargo, es probable que ocurran ciertos problemas médicos que pueden afectar su normal desarrollo. A través de la realización de pruebas de laboratorio, exámenes clínicos y ecografías, entre otros estudios, el especialista podrá arribar a la complicación que se presente y aplicar el mejor tratamiento. A continuación, se presentan algunas de ellas.

Crecimiento intrauterino retardado

Refiere a aquellas situaciones en las cuales el bebé no crece y desarrolla normalmente dentro del útero materno; es decir, cuando el feto es más pequeño de lo normal durante el período de gestación. Existen diferentes causas que pueden provocar este tipo de crecimiento anormal del feto. Los expertos determinaron que la principal se debe a un problema con la placenta que impide que el bebé reciba suficientes nutrientes y oxígeno. Asimismo, mencionan otras como enferme-dades maternas (diabetes o patologías cardiovasculares y metabólicas), alteraciones útero-placentarias, problemas en el feto (malformaciones congénitas, anencefalia) o factores externos (contaminación ambiental, mala alimentación, trabajos con esfuerzo, adicción a sustancias).

Según el grado y el tipo de crecimiento intrauterino retardado el obstetra recomendará reposo y controlar el estrés. Si existe sufrimiento fetal, lo más probable es que se analice su maduración pulmonar y se decida provocar el parto. Para prevenir esta situación la mamá debe implementar sanos hábitos durante los nueve meses y realizar controles más exhaustivos en caso presentar enfermedades previas.

Preeclampsia